Hace unos días, fui con mi marido a pasar un par de días a un hotel (súper hotel más bien) del que pienso hablaros en breve. Una de las cosas que nos gustó mucho, fue el colchón de la habitación. Era distinto, te hundías y hacía tu forma, así que había que descubrir la marca. El colchón era normal, pero tenía una capa encima de cinco centímetros viscoelástica que era lo que marcaba la diferencia.

Así que, ni corta ni perezosa, en cuanto llegamos, tiré de móvil y pedí una. Al día siguiente dormimos como en el hotel y me acordé de mi madre: “Tú hija, si puedes, compra siempre las cosas buenas. Se nota que algo tienen”. Me acordé entonces que, como el colchón más la funda eran más gruesos que antes, pues he tenido que comprar una funda nueva y unas sábanas bajeras también nuevas.colcha blanca burrito blanco

 

Y volvió mi madre a la cabeza y regresé a la infancia y me acordé de que mi madre siempre compraba la ropa de cama de la marca Burrito Blanco. Íbamos mi hermana y yo con ella a unos conocidos almacenes, mientras mi padre se entretenía en la zona de tecnología, que es lo que más le gustaba. Al final terminaba un poco hasta las narices de nosotras, claro. Decía: “pero vamos a ver, es que no tenemos sábanas en casa, que nos vamos a tener que salir, y lleváis toda la tarde mirándolas. Bueno, haced lo que queráis, que yo, con una cenita en condiciones, luego me conformo” ¡Cómo era mi padre!

Burrito-blanco-juego-de-sabanas

Pero a lo que vamos. Que ya las tengo mis nuevas Burrito Blanco también en casa, no sabía que tenían tienda online y ha sido otra perdición. Son espectaculares, antialérgicas, suaves, lo que yo llamo “gozosas”. El bordado de las sábanas es perfecto (son las de la imagen anterior) y el cubre-colchón es justo como me gusta: impermeable pero de los que no suenan ni molestan, y de tejido rizo de algodón 100%. Y como estoy un poco rayada con los ácaros y todo eso, pues además protege contra todo tipo de bichitos de esos tan invisibles como presentes.

Sí; me encanta aprender de mi madre en “casi” todo. Y vosotras, ¿conocíais la marca? apuesto a que muchas sí.

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