Tras abrir los regalitos que me han hecho mis niños, incluso el de dieciocho meses, no puedo dejar de pensar que lo mejor que me ha pasado en mi vida es ser madre.

Felicidades a todas las madres, en especial a la mía, y a todas esas que quieren serlo y no pueden, a las que sueñan con serlo algún día, y también a las que siéndolo no pueden ejercer como tal.