Estoy viendo el catálogo de Imaginarium porque hoy es un día especial.
Hoy hace dos años que iba paseando por la calle Velázquez de Madrid, cuando me tropecé con un hierro que habían puesto en un árbol, y me caí al suelo. Estaba embarazada de 9 meses y por más que lo intenté, no pude evitar caerme de barriga, sí, de barriga. Intenté caer de lado pero aquel movimento tan lento de lado a lado no hizo más que retrasar lo que fue un barrigazo en toda regla.
Al principio me puse un poco nerviosa pensando en que le podía haber pasado algo al bebé, después se me pasó y seguimos con el paseo y las compras. Un rato más tarde, entre mi madre y el padre de la criatura me convencieron de que debíamos irnos al hospital y comprobar que todo estaba bien.
Allí, tras monitores y «tactos» de esos desagradables, me enteré de que estaba de parto. No sé qué hubiera pasado si no me hubiera caído, no sé si la caida propició el parto, pero allí estaba yo, sin la bolsa del hospital que tenía preparada hacía dos meses, de parto imprevisto.
Mientras él se fue a por la maleta, yo me quedé en la habitación, y casi no le dio tiempo a llegar, porque Jaime venía con prisas. Es un niño maravilloso, extraordinario, sano, gracioso… un ángel. Y encima dicen que se parece a mí ¿Qué más puedo pedir? con este ya son dos los angelitos que me acompañan cada día.
En vez de este rollo personal, quería contaros las novedades que ví el otro día en el Imaginarium de la calle Serrano, al que fui con mi amiga bloguera María, de Compritas para los Peques, y que es una tienda espectacular.
Este año han sacado novedades «retro» como esta vespa de la foto o un tocadiscos de vinilo auténtico.
También productos de lo más moderno como una tableta multimedia que evoca al iPad, con su funda y que funciona perfectamente como una tableta normal, pero disponiendo de las funcionalidades para niños. Se llama «Paquito» y vale 99,99 euros.
De estas cosas tecnológicas podría seguir contándoos miles, proque me encantan, pero ahora paso a los juguetes de toda la vida.
Había unas cocinitas, que me dan ganas de pedir a mí una, bueno, antes tendría que pedirles a los Reyes Magos que me trajeran una niña, y después la cocinita, pero eso ya es otra historia…
Y una sala enorme de libros, a la que quiero llevar a mis dos peques porque entran ganas de leer. Tuve una sensación parecida a la que siento cuando entro en Decathlon y me entran ganas de hacer deporte, pero aquí entran unas ganas locas de leer porque, no sé si se aprecia en la foto, pero es una zona de libros maravillosa.
Por último también quería mostraros otras de las cosas que más me gustaron, las pinturas y cuadros de grandes artistas adaptadas a los pequeños. Como ejemplo estos lienzos de Goya y Velázquez, que valen 59, 90 euros. O el Van Gogh.
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