Hace diez años, estando embarazada, no pude celebrar una ocasión que lo merecía, así que me dije que algún día lo haría. Y esta semana ha llegado la hora. El resultado ha sido inmejorable así que te cuento con detalle. He estado seis meses, desde verano, preparando un viaje a Nueva York para dar una sorpresa. Como puedes imaginar, las dudas han sido muchas por la distancia, por dejar a los niños unos días… pero mi amiga Esther (@locaxnewyork en instagram) me ha ido animando con su ayuda. Le estoy más que agradecida, claro.

Acabamos de regresar más que contentos así que os cuento el resultado y cómo lo hice para que puedas intentarlo tú algún día. Nueva York en Navidad es maravillosa. Es una ciudad donde todo es a lo grande, un sitio en el que la vorágine se hace hueco entre la miseria que nos hace ver cómo somos; un sitio repleto de actividad y contrastes, un lugar para conocer. Nuestro viaje fue de miércoles a domingo. Claro que dejas muchas cosas sin ver pero aunque estuvieses un mes pasaría lo mismo. Ya me lo había dicho Esther que ha ido más de diez veces…

Viaje a Nueva York 5 días

El miércoles llegamos a media mañana, el taxi estaba reservado, muy recomendable hacerlo así, y llegamos al hotel una hora y media después. Llovía pero nada importaba ante tanta ilusión. El vuelo no se hace muy pesado y el jet lag, aunque presente, es soportable tanto a la ida como a la vuelta. Anochece pronto y comencé a hacer fotos a todo como loca. El cielo iluminado se tapa con los rascacielos que intentan tocarlo. La lluvia es fría, hace mucho frío en Nueva York pero si te pones muchas capas se pasa.

 

Es muy fácil orientarte en Manhattan. Catorce avenidas a las que cortan unas sesenta calles y Broadway que las cruza en diagonal. Alguna rareza como que no hay avenida cuatro y que la trece les da mal rollo, pero muy sencillo en todo caso. Pasamos por delante de Bryant Park que ya tiene instalado su Winter Village, mercado navideño y la pista de patinaje, luego por delante de la biblioteca publica, y visitamos la Grand Central la estación de autobuses más bonita y antigua, también vimos el edifico Chrystler, el edificio One Vanderbilt que se reconoce porque está iluminado de azul.

Grand Central Terminal Nueva York

Grand Central Terminal Nueva York

Una vez en la tercera avenida buscamos la dirección de Serendipity, un restaurante que nos habían recomendado y que tiene el gofre más grande que he visto en mi vida (y más rico). Comer en Nueva York es caro y la dieta mediterránea la han oído en la tele pero ni se huele…. Pero nada importaba. Un gofre + unas patatas fritas con queso, con sus dos bebidas, 53 dólares..

gofre en Serendipity nueva york

Serendipity 3

A la salida caminamos hasta el Hotel Plaza a la altura de la calle 59 en la 5ª Avenida para ir viendo las decoraciones navideñas. De camino nos encontraremos la tienda Tiffany, Cartier, almacenes Sacks y su espectáculo de luces, los escaparates de Bergdorf Goodman, la catedral de San Patricio, el edificio Rockefeller que coincidió que a nuestro paso inauguraban su árbol famoso instalado en la pista de patinaje. Al llegar las calles 50, 51 atravesamos a la 6ª avenida para ver el Radio City Music Hall, su árbol de Navidad y la decoración de las famosas bolas de Navidad de enfrente.

Berdgdorf escaparate navidad

Berdgdorf escaparate navidad

Cartier Nueva York en Navidad

Cartier

Continuamos bajando por la 6ª Avenida hasta llegar a la altura de Times Square, una plaza cerca de nuestro hotel en la que parece que estás de día con la luz de los anuncios. Allí entramos en Krispy Cream, es una famosa tienda de Donuts, que se ve como los hacen y así ya la fichas para algún desayuno, porque están super ricos. Con una vuelta por Times Square para ir entrando en el ambiente tuvimos más que suficiente el primer día.

 

Ya no llueve y el sol es frío y plomizo pero anima. Nueva York huele a marihuana de cabo a rabo. Hace unos años legalizaron su consumo y la liaron parda. Lejos de eliminar su consumo lo han generalizado. Está prohibido y te multan si tomas una cerveza en la calle, pero drogarse en público está permitido, consentido y aceptado. Uno de esos contrasentidos que no nos hacen precisamente mejores. Nos levantamos muy pronto porque a las ocho habíamos quedado con un autobús  que nos llevaría a visitar Harlem que es un barrio de Manhattan, y tres de los otros cuatro condados que componen la ciudad y que son, Brooklyn, Queens y el Bronx. Se llama excursión de contrastes y es más que recomendable. Visitamos los barrios desfavorecidos, el barrio judío, el estadio del US Open de Tenis, el estadio de los Yankies de baseball, las escaleras donde se grabó una famosa escena de Joker y….. entramos a una tiendecita horrible tipo economato con unas empanadillas calientes maravillosas y unas galletas Oreo Red Velvet que nunca había visto y que ya estoy buscando en España… En fin, soy como soy.

 

Yankee Stadium Macoms Dam Park Nueva York

Yankee Stadium Macoms Dam Park N

 

 

Bronx Nueva York

Bronx

 

The Unisphere is a spherical stainless steel representation of the Earth in Flushing Meadows–Corona Park in the New York City borough of Queens.

Unisphere Flushing Meadows Corona Park

Abandonamos la excursión en Brooklyn y fuimos a comer ir a la calle Washington enfrente del puente de Manhattan para ver esa panorámica. Después comer en pizzeria Julianna´s (hay que hacer cola pero es una pizza super rica, todo recomendación de @locaxnewyork), hicimos hueco para después tomar el postre en el mercado Time Out New York en el puesto de Clinton Bakery (las mejores tortitas de Nueva York ) . El Time Out es un mercado parecido al mercado de San Miguel de Madrid, pero en la segunda planta tiene una terraza con unas vistas increíbles. Los camareros, igual que el resto de la gente, son súper amables y casi todo el mundo habla español, cosa que ayuda mucho.

puente de brooklyn

Time Out Market New York

Time Out Market New York

Después llegamos a Brooklyn Height Promenade para ver el skyline desde ese punto. Esperamos a que anocheciera para cruzar a pie el puente de Brooklyn sentido Manhattan. Nos pareció la vista más bonita de la ciudad. A la vuelta en el avión comentamos que era lo que más nos había gustado.

Brooklyn Heighst New York

Brooklyn Heighst

El puente de Brooklyn es una verdadera maravilla; lo vimos de día y de noche y no me cansé de fotografiarlo, he visto y sigo viendo tantas películas con ese puente que no quería moverme de allí… Como todavía teníamos fuerzas subimos andando hasta Union Square, pasando por Chinatown, el soho y Little Italy. Llegamos muertos, pero llegamos…

El viernes madrugamos menos y, después de un buen desayuno, cogimos al metro hasta la parte sur de la isla de Manhattan, para ver el distrito financiero. Nos esperaba otra excursión, esta vez a pie por la zona financiera, Wall Street etcétera. Un poco larga para nuestro gusto y que nos impidió tener tiempo para ver el World Trade Center y una estación de metro al parecer chulísima llamada Octopus, pero bueno, así tenemos motivos para volver, si puede ser con los niños, para que la conozcan también.

The Battery, parque en el Distrito Financiero

The Battery, parque en el Distrito Financiero

La Bolsa de Nueva York (New York Stock Exchange, NYSE,

La Bolsa de Nueva York

Tomamos algo por allí y cogimos el ferry gratuito de Staten Island (el quinto condado de Nueva York) en South Ferry para ver de cerca la estatua de la libertad. *Allí hay gente que te ofrece otro tipo de ferrys que supongo serán mejores, pero no son gratuitos. Una vez llegados a Staten Island salimos hacia el malecón y llegamos a la estatua en homenaje a los caídos de Staten Island en el atentado de las Torres Gemelas. Después visitamos el centro comercial Empire Outlets con unos precios súper buenos y volvimos a tomar el ferry de vuelta a South Ferry.

Tomamos de nuevo el metro y fuimos al hotel a darnos una ducha y prepararnos para la tarde. Puede parecer que nos dimos una paliza pero créeme que no. Es todo tan bonito y teníamos tantas ganas de verlo que se nos hizo muy corto y, aunque algo cansado, no mucho.  En mi plan no podía faltar un barrio nuevo llamado Hudson Yards y una visita al centro comercial The Shops Hudson Yards con sus globos aerostáticos que fotografié de todas las formas posibles. Subimos a la segunda planta como me habían dicho para probar el pudín de banana de la famosa pastelería Magnolia Bakery y que es sencillamente irrepetible.

A la salida entramos en una escultura enorme llamada The Vessel para verla desde el interior pero solo nos dejaron pasar al vestíbulo porque al parecer algunas personas la eligieron para suicidarse y ya no dejan subir…. cosas de Nueva York.

A la salida fuimos caminando hasta el mercado de Chelsea, caminamos por la zona del Village, hay muchas cafeterías chulas y es una parte de Manhattan diferente, sin rascacielos, con casas bajas y más vida de barrio. Merece la pena caminar por esa zona un rato y perderse por esas calles. En las inmediaciones está Little Island al lado del Hudson River, una isla flotante que han hecho un parque.

 

El sábado, ya hechos a la ciudad, amaneció bajo una intensa lluvia y nos dio mucha rabia porque era el día destinado a visitar Central Park y a tomar un Bruch que tenía reservado en la conocida Tavern on the Green. Decidimos en todo caso no cambiar el plan y, paraguas en ristre, aventurarnos a caminar desde la entrada de la calle 66 con a 8ª Avenida hasta llegar al Bow Bridgey, más al fondo al de San Remo. No hacía mucho frío y el olor a tierra mojada era increíble. Tomamos varias fotos y videos con el sonido del agua al fondo, vimos a multitud de aves guarecerse y a los caballos de las carretas agachar la cabeza rendidos al aguacero. El lago es enorme y más que bonito, los colores de las hojas que caen infinitos y la estampa irrepetible.

Central Park

Por la tarde, tras un descanso en el hotel, nos dirigimos a una reserva que tenía para ver la ciudad desde el cielo. Dudamos si podríamos verlo por las nubes, pero tuvimos suerte. Hay cinco miradores que puedes concertar previamente y nosotros fuimos al más moderno llamado Summit. El ascensor nos llevó a la planta 91 en unos pocos segundos y allí nos encontramos en una sala llena de espejos y una enorme cristalera que daba al mismo cielo. Salas y más salas con diferentes performance hicieron que se parase el tiempo. Subimos andando a la 92 y luego, en la 93 y última, esperamos a que anocheciese tomando algo en la cafetería. De verdad que os lo recomiendo, es una experiencia increíble como podréis ver en las fotos que fui colgando en redes sociales, y aún así no es comparable con vivirlo, claro. Aún nos dio tiempo a hacer algunas compras en unas tiendas de Time Square. Bueno, alguna más de algunas… genio y figura.

summit vistas

Nos daba mucha pena pero como todo lo que empieza tiene su fin. El domingo partía el avión pero por la tarde así que aún paseamos por el centro y tomamos un último Bruch en Max Brenner. La mañana salió fría y soleada, recorrimos una calle tras otra hasta el Flatiron Nomad, vimos el mercado de Union Square y poco más.

 

El taxi esperaba en el hotel donde habíamos dejado las maletas, y nos llevó al aeropuerto cruzando por última vez el puente de Brooklyn, una última sorpresa que nos brindaba la ciudad de los rascacielos. Allí los dejamos y allí queda una Navidad diferente que ya te espera para cuando puedas. De verdad que es un lugar inolvidable que viví con motivo de una ocasión única y muy deseada. Gracias por tu gran ayuda LocaxNewYork, te sabes todo, qué ver, gastronomía, precios, tiempos en ver cada cosa… ¡Gracias!