Aunque todas estas enfermedades las pueden padecer tanto los hombres como las mujeres, es cierto que se dan con más frecuencia en el sexo femenino por lo que no está de más conocerlas y tener claros algunos aspectos para su prevención
1.Cáncer de mama
Es el tumor más frecuente en la mujer a día de hoy pero la buena noticia es que, gracias a las campañas de detección precoz, a los controles rutinarios que se siguen con aparatos de cada vez más alta tecnología y al avance en los tratamientos, su curación va en aumento y podemos decir que es uno de los tumores con mayor tasa de supervivencia y hasta un 90% de las afectadas se cura. Cumplir con los controles médicos establecidos y realizarse autoexploraciones mamarias son las mejores medidas preventivas que puedes seguir.
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2. Migrañas:
La causa por la que afectan más a las mujeres son los cambios hormonales que sufrimos en nuestro cuerpo razón por la que el dolor aumenta en intensidad y frecuencia durante los días previos a la regla. Controlar la dieta evitando alimentos procesados, vinos fuertes, quesos muy curados, chocolate, picante y bebidas con cafeína puede ayudarnos a mitigar los síntomas e incluso a evitar su aparición.
3. Hemorroides:
No es que la mujer sea más propensa a padecer hemorroides si no que el embarazo y el parto son dos situaciones en las que, al aumentar la presión en el ano por el peso del feto y por la acción de empujar durante la expulsión, hay mayor susceptibilidad de padecerlas. El estreñimiento es un factor de riesgo que también sufren con mayor frecuencia las mujeres por lo que es otro factor añadido a tener en cuenta. Mantener un hábito intestinal regular y beber suficiente cantidad de agua son costumbres a adquirir para no sufrir esta patología.
4. Varices:
Los factores hereditarios son importantes y, desgraciadamente, no podemos controlarlos pero también hay otras causas evitables que pueden ayudar a que las dilataciones venosas no aparezcan. Evitar posturas mantenidas de pie durante mucho tiempo, utilizar medias de compresión, evitar el estreñimiento, controlar el peso y no someter a las piernas a fuentes de calor importantes (no tomar el sol de manera excesiva, no abusar de la cera caliente…) son pautas a seguir para mantener las varices a raya.
5. Tabaquismo y enfermedades derivadas:
Aunque con la entrada de la Ley contra el tabaco hace unos años su consumo sufrió un gran descenso, son las mujeres las que más siguen manteniendo este hábito tan dañino. Dejar el tabaco tiene múltiples beneficios a la larga pero también desde el primer día en que se abandona el hábito hay hechos destacables en la salud como la mejora en el sentido del gusto y el olfato. Una dieta equilibrada y la práctica de deporte son fundamentales para ayudar a dejar de fumar.
6. Ansiedad/depresión:
Los trastornos psicológicos son más habituales en el sexo femenino. La mujer sufre con mayor frecuencia problemas como la ansiedad, la depresión y las crisis de angustia que el hombre. Llevar una vida más organizada, disminuir el estrés y adquirir tareas que sepamos que vamos a poder asumir sin sobrepasarnos son hábitos que deberíamos poner en práctica (aunque soy consciente de que es algo difícil con el ritmo de vida que llevamos). Practicar yoga y pilates puede ser beneficioso.
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7. Enfermedades cardiovasculares:
Según la OMS esta es la principal causa de muerte a nivel mundial en las mujeres. Su diagnóstico es más complicado ya que los síntomas son más difíciles de detectar que en el varón. Controlar la tensión arterial, los niveles de colesterol, la diabetes, el peso corporal mediante una dieta variada, sana y equilibrada con abundante consumo de frutas y verduras y, sobre todo, mantener alejado el estrés y controlar las emociones son buenas medidas preventivas, principalmente a partir de la menopausia. Practicar deporte a diario es muy importante, aunque sea caminar a buen ritmo o subir y bajar escaleras.
8. Osteoporosis:
Cualquier persona es susceptible de padecerla pero la mujer, sobre todo después de la menopausia, tiene más riesgo. Llevar una dieta rica en calcio, realizar alguna actividad física evitando el sedentarismo y realizarse los controles anuales recomendados (incluyendo una densitometría), son fundamentales en esta enfermedad. Evitar el consumo excesivo de café, tabaco y alcohol es una buena forma de empezar a cuidarse.
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Y tú, ¿Sufres alguna de estas dolencias? ¿Estás dispuesta a prevenirlas con estos pequeños consejos de salud?
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De momento, a dios gracias, me libro de todas ellas.
Tienes que cuidar de sí mismo! Siempre.