De un tiempo a esta parte nos ha cambiado la vida tanto y tan rápido que apenas tenemos tiempo para asimilarlo, para habituarnos a una nueva forma de vivir que ha venido para quedarse independientemente de que termine antes o después esta pesadilla.

Veréis, dentro de unos días es el cumpleaños de una buena amiga del grupo habitual. Otros años, nos juntábamos a comprarle un regalo y era además la excusa perfecta para tomar un café juntas y charlar de lo humano y lo divino, del tutor del niño, del cierre de la piscina de la comunidad, del comedor del colegio y de la ropa de la nueva temporada, que no nos cabe en el armario y siempre todas andamos con los líos a estas alturas.

 

amigas sexo en nueva york

imagen: hola.com

Este año es probable que volvamos a juntarnos, pero ¿será para comprar el regalo, o a lo mejor hablamos del regalo y una de nosotras se encarga de pedirlo online? Pues sí, eso es lo que va a pasar y tanto lo sé que creo que me ha tocado buscar algo y sugerírselo en la quedada antes de comprarlo. Seguramente sea un anillo con inicial

Y sí; me he puesto a buscar regalos de cumpleaños para mujer y no sé qué piensas tú, pero esto del confinamiento y de la invasión del mundo online creo que también ha cambiado, no solo nuestros hábitos de compra, sino de la compra en sí misma. Y creo que debo explicarme un poco mejor ¿verdad? Ahí voy.

Conste que soy de las que está intentando apoyar al comercio local ahora más que nunca. Pero si de algo me he dado cuenta es de que tenemos de todo, pero lo que nos han quitado y se echa de menos son los momentos, esas salidas, esos paseos, las comidas, etc… por eso creo que es buena idea ahora regalar “momentos” a nuestra amiga, y en general a todos los que me rodean. Ya sea un masaje, un rato de spa, una manicura o pedicura, o una cata de bebida o degustación, una cena… ¡que ella elija!

Seré muy práctica pero, al menos yo, ya no quiero nada material, (ya se lo dije a mis amigas el año pasado cuando tuvimos que pensar un detalle personalizado para otra cumpleañera, que por cierto finalmente salió elegido como regalo unas entradas para ver al Real Madrid en el Bernabeu, algo que le hacía mucha ilusión ya que no vive en Madrid), y este año me reitero, no quiero nada material, prefiero vivir experiencias, que no ocupan sitio en mi casa pero sí las llevo conmigo (me estoy poniendo un poco intensa, ¿no?)

No sé si toda la vida voy a recordar un bolso con mis iniciales, o una cartera de piel, pero creo que sí que recordaré un fin de semana de relax con quien yo elija, o un paseo en globo o algo que de verdad me atraiga… ¿no os pasa a vosotras lo mismo?

Ahora me pregunto si ha cambiado solo la forma de hacer regalos o somos nosotros los que hemos cambiado de verdad.

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